El Tambo – Historia de Campo
Historia del tambo en la Ciudad de 25 de Mayo.
Un 8 de Septiembre pero hace 25 años atrás, nacía en el campo La Querencia un tambo conformado por Don Carmelo Ninni y sus dos hijos Vicente y Miguel Ninni, emprendimiento familiar que brinda hasta el día de hoy leche de muy buena calidad, ya que se realizan las tareas con respeto, dedicación y sobre todo con amor! Su historia comienza con 1 vaca negra y 2 overas cuyos nombres eran Margarita, Mora y Dominga. Ordeñadas a mano en que esos primeros litros eran destinados a consumo propio.
La empresa fue creciendo y evolucionando con el correr de los años. De un tambo con vacas a la par, (pocas) y ordeñadas al principio a mano, se fue modificando, pasando a un tambo modelo estilo espina de pescado, ordeñándose 8 ejemplares al mismo tiempo y no ya a mano, gracias al avance de la tecnología.
Labor del tambero
El tambero es un hombre que no tiene feriados, ni domingos. El tambero es una persona que es totalmente dedicada a su labor. Todos los días del año literalmente se levanta a las 5 de la mañana para el primer ordeñe. Habiendo dormido o no… llueva, con frio, calor, viento, no importa el estado del tiempo, ellos cumplen…contando también con un segundo ordeñe dejando transcurrir aproximadamente 12 hs entre ordeñe, quienes a las 17 hs mas o menos cumplen con el 2° ordeñe del día.
Vicente y Miguel trabajan a la par día tras día, ayudándose a sí mismos. Pase lo que pase, ellos se levantan a la madrugada con la teoría de que siempre amanece y así emprenden su rutina… El tiempo como es de su costumbre no para y sigue a su ritmo y es así como un día de verano nuestro Carmelo Ninni decidió guiarnos desde arriba, el más que nadie está muy orgulloso de ustedes dos y de seguro debe estar mateando debajo la sombra de un árbol con doña Carmela comentando los maravillosos hijos que tienen, lo fuerte que son! que hace poquito decidió también irse a mirarnos de allá. Hoy el tambo Don Carmelo, cumple 25 años!!! Quien sigue por el camino de la huella de la herencia.
Escrito por Nadia Ninni
